El pescado ha sido un alimento fundamental en la historia de la humanidad y, en la actualidad, el consumo de sus distintos tipos se ha ido incrementando, ya que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades y tiene múltiples beneficios.
Este alimento forma parte de una dieta equilibrada y se recomienda que su ingesta sea de 3 a 4 raciones a la semana, es un alimento muy completo que nos aporta proteínas, vitamina D y del grupo B, yodo, potasio, hierro, calcio, entre otros nutrientes. Su tiempo de digestión es corto, un factor importante y positivo para las personas con problemas de digestión.
Los pescados se clasifican en blancos, azules y semigrasos, diferencia que radica en lo digestible de su carne y la proporción de grasa en sus músculos, y que está relacionado con el hábitat que tienen.
El pescado azul previene enfermedades cardiovasculares y es una fuente importante de ácidos grasos omega-3 que reducen los niveles de colesterol y retardan el proceso de acumulación de placa grasa en las arterias. Además, es antiinflamatorio, ayuda a prevenir la artritis y el dolor menstrual.
Algunos pescados azules son la sardina, la caballa, el atún, el pez espada, la anchoa, el boquerón, la anguila o el pejerrey.
El pescado blanco es bajo en grasa y una buena alternativa si se realiza una dieta baja en calorías, es rico en proteínas de alta calidad y minerales como fósforo, calcio, hierro, yodo y cobre. Es recomendable para niños y adolescentes, ya que les proporciona calcio.
Están catalogados como pescado blanco el rape, congrio, cabracho, lenguado y merluza, entre otros.
Tanto el pescado azul como el blanco son una buena opción para incluir en la dieta familiar.
DIFERENCIAS DEL PESCADO AZUL Y EL BLANCO
La principal diferencia entre el pescado blanco y el pescado azul se encuentra en la cantidad de grasas que contienen y proporcionan con su ingesta.
Otra característica importante a la hora de reconocer una variedad u otra es la forma de la cola en el pescado. Cuando la cola tiene forma de flecha es un signo característico de una especie correspondiente al pescado azul. Por el contrario, en la anatomía del pescado blanco es común identificar un borde recto o redondeado en la forma de la cola.
EL PESCADO AZUL
- Color azulado
- Cola en forma de V
- Sabor más fuerte
- Fácil digestión
- Mayor cantidad de grasas (omega-3)
- Alto contenido en vitaminas liposolubles (K, E, D, A)
- Mayor aporte calórico
- Mayor contenido de proteínas
- Cocinado más adecuado: horno, parrilla, plancha, guisos…
EL PESCADO BLANCO
- Color blanquecino, claro
- Cola recta
- Sabor suave
- Fácil digestión
- Menor contenido de grasas
- Menos contenido de vitaminas liposolubles
- Menos calorías
- Menor contenido de proteínas
- Cocinado más adecuado: cocidos, vapor, fritos.
Existen otras variedades de pescado que se consideran semigrasos (ni azules ni blancos) como la dorada, la lubina o el salmonete. Su nombre se debe a que dependiendo de la época del año varía su porcentaje de grasa, en función de la estación, alimentación, tamaño y edad del pescado.
Su carne contiene proteínas de alto valor biológico y que aporta minerales como potasio y fósforo.
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